
LO QUE HIZO JESÚS EN CADA UNO DE LOS DÍAS DE LA SEMANA SANTA

Entrada solemne y triunfal de Jesús a Jerusalén, aclamado por la multitud que le gritaba «Hosanna, Bendito el que viene en nombre del Señor, «Hosanna en el Cielo».

Jesús maldijo una higuera porque no tenia frutos y el árbol se secó. Luego entró al templo y echó a los vendedores. Todo el día predicó en el templo.


Por la mañana en el templo Jesús responde a las objeciones y preguntas tramposas que le hacen los fariseos, herodianos y saduceos. Por la tarde narra las parábolas de los talentos, de las vírgenes necias y de los arrendatarios homicidas. Al salir del templo, en el Monte de los Olivos cuenta cómo va ser el Juicio Final.

Jesús pasó el día en Betania, un pueblecito cercano a Jerusalén. A medio día le dieron un banquete y María echó sobre los pies del Divino Maestro un perfume costosísimo. Por la tarde Judas fue donde los Sumos sacerdotes a vender a Jesús por treinta monedas.


Después de la última Cena Jesús se fue con sus once apóstoles a orar al Huerto de Getsemaní y allí empezó a angustiarse y a sudar sangre. A la medianoche llegó Judas con un tropel de gente armada y dando un beso en la mejilla a Jesús lo entregó. Los demás apóstoles huyeron.

Desde la medianoche hasta el amanecer Jesús está prisionero en la casa del sumo sacerdote. Allí le hacen un juicio con testigos falsos que se contradicen unos a otros. Ante la pregunta de Caifás. Jesús proclama que es el Hijo de Dios y que un día lo verán venir lleno de gloria entre las nubes del cielo. Pedro lo niega tres veces. Al amanecer lo llevan ante el gobernador Poncio Pilatos, el cual reconoce que Jesús no ha cometido ninguna falta. Lo manda donde Herodes el cual se burla de Jesús y lo viste de loco. Luego Pilatos por miedo a los judíos manda azotar a Jesús con terribles fuetes. Cerca del medio día Pilatos sentencia a muerte a Jesús. El Redentor subió al Monte Calvario llevando la cruz a cuestas. Jesús muere hacia las tres de la tarde diciendo: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu».


El cuerpo de Jesús descansa en el sepulcro. Su alma va hacia donde estaban los muertos que fueron amigos de Dios y los consuela. A media noche el alma se viene otra vez para estar con su cuerpo ya resucitado.

A medianoche Jesús resucita glorioso y hermosísimo y sale del sepulcro sin mover la piedra. Se aparece a la Virgen Santísima. Al amanecer llegan los ángeles y mueven la piedra. Los guardias huyen llenos de terror. Llegan las santas mujeres y encuentran el sepulcro vacío. Los ángeles les dicen que Jesús ha resucitado. Luego Cristo se aparece a San Pedro, a la Magdalena, a las santas mujeres y a los discípulos de Emaús. Por la noche se aparece a los once apóstoles y les concede el poder de perdonar pecados.
